05 septiembre 2009
Los Kharen
Pueblo de los Kharen
07:30 de la mañana, suena el teléfono desde recepción “good moooorning…”, hemos dormido mal y nos espera un largo día, que le vamos hacer, jeje. Tras el desayuno nos montan en un Trishaw -un triciclo con asiento donde pedalea el pobre “chino”- nos llevan al río Mae Kong donde cogemos unas lanchas con las que remontamos el río hasta ver un poblado del norte, la tribu Kharen. El viaje es guapo, paisaje asiático de colinas verdes y frondosas, maíz, cabañas y la fuerza del río, de color marrón barro, ancho y caudaloso.
En el poblado no hay nada más que ver que los pobres desgraciados que viven allí. Entre cerdos, gallinas e indigentes cabañas, sucios y pobres pero nos da la sensación que felices. Del tema “tribu” sólo quedan los gorros típicos que se ponen para la foto.
Volvemos con las lanchas y cogemos el bus camino de Chiang Mai, estamos cansados y aprovechamos para dormir un poco. Al despertar disfruto del paisaje (Ja sigue roque), estamos atravesando la selva del norte Thai. Es muy, muy bonito, todo verde, grandes colinas y montañas. Árboles grandísimos, bambú, palmeras, hiedra y enredadera infectan la selva, asfixian los árboles hasta sus copas dejándose caer luego y formando verdaderas torres verdes. Sorprendente. Sol, lluvia de dos minutos, sol, nubes, sol… la carretera es buena y el viaje agradable. Después de tres horas llegamos a Chang Mai, cruzada por el río Mae Ping es la capital del norte, nos alojamos en el Hotel Imperial, ¡ A comeeer !
Luego vamos a ver el Templo de la Montaña, a unos 1200 metros de altura, es un importante templo lleno de imágenes de Buda, con imágenes de otros tipos de budismo distintos al Tai como Hindú o Chino, representados con animales sagrados (elefantes) y monjes. En una de sus estancias observamos a un monje celebrando, se encuentra sentado en la postura del loto y en un podium elevado del nivel del suelo, me aparto(Checho) del grupo y con respeto y guardando las formas, me adentro en la estancia realizando reverencias y con las manos orando hasta sentarme con los tais que allí se encuentran, reclinado con los pies hacia atrás para no ofender a las imágenes permanezco unos instantes.
El monje se ha dado cuenta de la jugada y me señala, ay, ay, ay… me indica con gestos que me acerque y así lo hago junto con las tres mujeres tais que allí rezaban y que se colocan delante del monje, de pie con las manos unidas y pegadas al pecho en posición orante e inclinando la cabeza, yo hago lo mismo claro y el monje comienza un ritual con unos palitos y un cubilete. Finalmente soy bendecido con agua bendita (budista claro) y el monje, sonriente, me susurra en inglés qué de dónde soy -Spain, España- le digo y asintiendo con la cabeza vuelve a sonreír colocándome una pulsera de cuerdas que dice me dará suerte durante tres días. Tras esto, gran parte del grupo se anima a seguir mis pasos y recibir la bendición.
Bajando de la montaña comienza la típica tormenta monzónica, salvo ayer ha llovido todos los días, aunque al llegar al hotel ha cesado. Nos llevan a cenar a un banquete Kantoke, como pa'una boda pero en tai y tirados por el suelo, danzas folklóricas inclused. Guirada total pero cenamos muy bien. Después mercadillo de Chiang Mai, es muy grande y hay de todo, como todos los mercatas de acá.
Hace mucho calor y muchíííísima humedad, damos una vuelta y, como siempre nos engañan, es decir pagamos más de lo debido a pesar de ser muy barato, pero compramos bien: una maleta dura con ruedas, mango extensible, llaves, etc. por 1600bths (unas 6000 ptas) y en euros me la daba por 30, -“fifty fifty, ni pa ti ni pa mi, es buen precio”- me dijo textual la tía, en español después de media hora de regateo en inglés... será jodida. A dormir que ya es hora.
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