Este fin de semana se está celebrando en Berlín el 50 aniversario del nacimiento de la Unión Europea y, yo, también lo quiero celebrar. Esa idea, la de unir Europa en una, es difícil y utópica porque es verdad que resulta muy complicado que cada estado miembro pierda su identidad propia y sólo se considere europeo, pero creo que eso sería una idea equivocada- sería una idea más cercana a los EE.UU.- ya que en realidad, creo, que se trata más de buscar una identidad común para todos los ciudadanos y esa sería la de ser europeos como identidad social y cultural, y en eso, sí creo. No es que cada cual no deba sentirse español, danés o alemán, no, sino que todos tengamos algo en común y, aunque en principio parece imposible, no hay nada como darse una vuelta por Europa, y aún mejor, por cualquier parte del mundo y ver que sí tenemos muchas cosas en común.
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Por ejemplo, o fundamentalmente, todo país europeo debe ser un estado social y democrático de derecho, donde los derechos y libertades fundamentales estén garantizados, cosa que no ocurre en otras partes del mundo. Parece poca cosa, todo lo contrario, y te vas dando cuenta cuanto más te alejes de Europa. Una vueltecita por Marruecos o Egipto-destinos cercanos y muy demandados por españolitos de a pie- te abre bien los ojos, otra vueltecita por Iberoamérica produce un efecto similar, en Asia te das cuenta de que el peso de su tradición es algo esencial para su sociedad pero que anhelan la forma europea y occidental que buscan conseguir. Me di cuenta de lo que os hablo hace mucho tiempo, las visitas a mi familia de Francia, el vivir a menos de 30 kilómetros de la frontera y la hermandad con Olorón, mi amigo Oli de Hannover, viajar, viajar y viajar. Me encantan las excursiones a Francia, que la tenemos tan cerca, el Bearn, Las Landas, incluso Paris, o gracias a los vuelos democráticos de Ryanair viajar hasta Londres o Dublín, o acercarnos hasta Ginebra a ver a mis amigos Olli y Estrella-a pesar de que Suiza no es U.E.- y ver que toda Europa es una, una forma de vida occidental y demócrata.
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Creo en Europa, creo en el Euro-aunque mi bolsillo grite-, creo en esa unión de pueblos en busca de un verdadero desarrollo. Es obvio que en nuestro caso, España, se han obtenido beneficios de gran magnitud para el conjunto de la sociedad aunque también es verdad que se dieron y darán ajustes que afectan a sectores de forma importante pero, pienso que esos sacrificios son necesarios. La pesca y el campo español, por poner un ejemplo, no pueden estar como hace 50 años, entonces es el Gobierno quien sepa o no negociar contrapartidas y ahí, como en todo, zETApé no saca ni la mitad de lo que consiguió Aznar pero, es mi opinión claro.
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Voté a favor de la Constitución Europea, y eso que había mucho pepero al que no le gustaba y se manifestaran muy contrarios, pienso que Europa nos da mucho más de lo que nosotros le damos aunque sea verdad que me gustaría menos intervencionismo y más liberalismo, pero sinceramente, creo que Europa propicia claramente la igualdad entre sus ciudadanos y empresas y nos protege del proteccionismo estatal de los gobiernos de turno. Así que dispongámonos a escuchar el Himno de la Alegría.
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