Hace muchos días que no escribo aquí, pero quiero recordar un gran viaje que ya he contado en este blog pero que completo hoy con fotos y la ruta bien definida si quieres ir al Gran Cañón del Colorado desde Las Vegas, eso sí, por tu cuenta y sin otro gasto que el coche o la Harley de alquiler. Después de unos cuantos años en mi memoria, he conseguido plasmar la ruta exacta que hicimos gracias a Google Maps. Ahora puedo marcarla sin duda alguna, este fue el camino que hicimos hace ya... ¿Nueve años? En las otras entradas relaté la ruta y no me confundí al hablar de memoria, miré un poco algún mapa, pero hoy he comprobado la ruta kilómetro a kilómetro, o mejor, milla a milla.
Salimos desde el parking del histórico casino de Las Vegas,4Queens, del que me hice socio y que está situado en la parte antigua de la ciudad -el Downtown-, en Fremont Street, donde los antiguos casinos y hoteles convirtieron a esta ciudad en la capital del juego y demás pecados...
Desde allí, en nuestro Doge con aire acondicionado para soportar los 47´5ºC y música en su radio, salimos de la ciudad por la carretera 564hacia la carretera del Lago o Lakeshore RD. hasta el cruce con la 93 -Great Basin Hwy-, que es la Interestatal -US93s- y en dicho cruce giramos a la izquierda, dirección presa Hoover. La 93 te acerca a la presa con buenas vistas, pero si quieres pasar por la misma presa y ver su centro de interpretación y todo el tinglado que los yankees montan de lo suyo, puedes desviarte un poco antes por la 172. Está todo bien señalizado e indicadito...
En medio de la nada, del desierto típicamente norteamericano del que las chooper se hacen señoras de la carretera, las cascabel te las imaginas -hasta que ves una prima suya- y los pueblos son desperdigadas caravanas y containers de obra, puedes sentir que tu ruta está siendo una auténtica road movie.
Desde aquí debemos seguir por la Interestatal 93, autopista que cuando dejas la zona de la presa se convierte en la típica autopista norteamericana, es decir, reeeeeeecta. La presa Hoover hace de frontera, así que has dejado atrás Nevada y te introduces en el histórico estado de Arizona. La 93 lo atraviesa en recta diagonal hacia el sur, camino de la mítica Ruta 66 -de la que sólo queda un pequeño tramo del histórico, cerca de Kingman- que rozaremos a pocos kilómetros del siguiente cruce camino del Gran Cañón. Es el cruce de la 93 con la CoHwy25, dirección Dolan Spring, de la Interestatal pasamos a carretera de condado, concretamente del Condado de Mohave.
Tramo histórico existente de la Ruta 66
Cactus, serpientes, choopers, pick ups, coches patrullas, tierra, sol, Joshuas trees, camiones de muchos ejes, carretera, carretera y carretera...
Es realmente bonito, el desierto me encanta... Entonces llegas a Dolan Spings, un auténtico poblacho del desierto de Arizona atravesado por la carretera y nada más. Auténtico, repetiré el adejtivo una y otra vez. Auténtico. A pie de carretera encontramos el típico -y aunténtico- garito Bar-Saloon, The Wishing Well, en el que nos comimos la mejor hamburguesa del Oeste USA, mojada con una Millervery cold...
Desde Dolan Springs debes seguir por la CoHwy25, denominada también Pierce Ferry Rd, hasta el cruce con la CoHwy261 ó Diamond Bar Rd, justo antes del pueblo llamadoMeadview. Este es el cruce importante, porque dejamos la carretera y nos encaminamos por una pista de tierra que, con un turismo de alquiler y sin saber exactamente a dónde lleva, pues tira un poco p'atrás...
Pero entramos realmente en el desierto de Arizona y es precioso. Tierra, piedras, polvo, cactus, matorral, sol, señales para que no dejes la pista y tira millas, hasta llegar al Grand Canyon Ranch, un rancho típico del Far West en medio de la nada y que queda a la derecha de la pista y enlaza con el camino que lleva hasta la Tierra de los Hualapai, la reserva india que explota esta parte del Gran Cañón.
Realizaremos sin saberlo un rodeo hasta enlazar con la CoRd7 ó Buck and Doe Rd, que nos llevará hasta el Grand Canyon West Airport, que de aeropuerto tiene poco y mucho de aeródromo. La última parte del camino está asfaltado y te avisan de que si quieres seguir debes pagar a los indios para ver el Gran Cañón. Te llevarán a ver el Red Eagle y el Guano Point, donde han hecho el Skywalk del cañón, lo único no auténtico del viaje. Suerte que cuando estuvimos no estaba hecho, era un proyecto.
Eso sí, el Gran Cañón es impresionante. No es la parte más famosa del cañón pero merece la pena el viaje, además haberlo hecho así, por nuestra cuenta y a la aventura, descubriendo el auténtico desierto de Arizona hace que el viaje sea inolvidable.
Red Eagle
Gran Cañón del Colorado
Googel Maps me dice que son 123 millas -ida, casi 200 kms-, y que se tarda 3 horas y 15 minutos en realizarla. Tardas más, logicamente vas parando, tiras fotos, te subes a una colina, tomas una cerveza, circulas por pistas... Luego debes calcular la vuelta, claro. Puede llevarte un día entre la ruta, visitar el Cañón y volver, pero aún te quedará tiempo para llegar a cenar a Las Vegas y salir por la noche. Para ver el Gran Cañón es la ruta más económica y cercana desde Las Vegas. Si tienes más tiempo, y logística porque hay que hacer noche, puedes extender el viaje por el tramo que aún queda de la Ruta 66, en vez de coger el cruce hacia Dolan Spring sigue por la Interestatal hasta Kingman, por Peach Springs y Seligman. Es el único tramo que queda de la Route 66, pero desde Las Vegas y si quieres llegar al siguiente tramo del Cañón, más conocido y visitado, debes calcular unos 500 kms, sólo de ida. Lo dejo para otro viaje y en Harley...
Hoy Manzanares ha indultado a un toro en Sevilla, casi ná. Pero aquí el mendas es julista hasta la médula y ayer don julián abrió la Puerta del Principe, porque don Julián López "el Juli", es el más grande. Reune valor, pasión y, en mi opinión, técnica. Sobre todo técnica que le permite realizar una gran variedad de pases, unas faenas en las que se encadenan numerosos y diferentes muletazos y capotazos que lo hacen único. Es innovador y clásico, y si otros han puesto de moda la verdad del valor, el Juli ha puesto de moda la verdad de la técnica, la variedad que convierte una faena en un espectáculo para el verdadero aficionado. Olé Julián, olé...